LA RESPIRACIÓN CIRCULAR
Cuando
estamos en tensión, cuando notamos que estamos perdiendo la seguridad o nos
sentimos atacados, llega el momento de emplear la respiración circular. Esta
técnica estriba, esencialmente, en no retener el aire una vez ya está dentro ni
tampoco en pasar ni un momento sin él. En esta metodología, anulamos las fases
de retención y contención para que el organismo reciba continuamente la energía
del aire. De hecho, es lo que hacemos cuando nos sentimos atacados o bajo una
gran presión. En dichas situaciones y también en las que sentimos ansiedad, el
aire entra y sale del cuerpo, pero al hacerlo de forma descompensada y nerviosa
podemos hiperventilarnos, con el consiguiente riesgo para la salud. La
metodología de respiración circular nos permite imaginar un círculo de aire que
entra y sale de nuestro cuerpo y en perpetuo movimiento, regenerándonos con su
acción.
Paso a paso
Haremos un esfuerzo por concentrarnos en la respiración sintiendo el ritmo que
le estamos imprimiendo.
Reduciremos poco a poco la velocidad con que estamos cogiendo el aire y nos
dispondremos a tomarlo con la mayor suavidad que nos sea posible.
Una vez el aire ya está en el interior, sin dejar ni un segundo de retención
permitiremos que salga hasta vaciarlo por completo.
Cuando percibamos que el aire está fuera, volveremos, sin esperar, a tomarlo de
nuevo.
Debemos realizar este ejercicio con la mayor lentitud posible estando muy
pendientes de no incrementar la velocidad de inhalación o expulsión del aire.
Para relajarnos correctamente debemos procurar que el aire entre y salga cada
vez con mayor lentitud.
Podemos emplear este tipo de respiración siempre que estemos en tensión, cuando
necesitemos concentrarnos o en aquellos momentos que percibamos hostilidad en
el ambiente que nos rodea.
Son relajantes siempre que las efectuemos tomando el aire muy lentamente
por la nariz hasta sentirnos totalmente llenos para después expeler el aire
dejándolo salir, sin presión.
Deberíamos respirar profundamente dos o tres veces seguidas al menos una vez
cada dos horas.
LAS VEINTE RESPIRACIONES
CONECTADAS
Este sistema de respiración es perfecto para todas aquellas situaciones que nos
producen tensión, especialmente cuando estamos muy nerviosos, tenemos estrés o
ansiedad. Se trata de una técnica que fue desarrollada por el médico y
terapeuta de California Leonard Orr. Es una práctica que debe realizarse en un
tiempo total de 30 segundos.
Nos sentaremos cómodamente o si estamos en pie, apoyaremos la espalda en una
pared. Efectuaremos dos respiraciones profundas previas al ejercicio.
Realizaremos cuatro respiraciones cortas pero intensas, de forma que el aire
entre y salga lo más rápido posible.
Efectuaremos una respiración larga, tomando aire profundamente y dejándolo salir
también con suavidad.
Repetiremos el ciclo anterior cuatro veces sin detenernos.
Al acabar el ciclo respiratorio, permaneceremos un minuto en total quietud
sintiendo el cuerpo. Si hemos notado mareo, esperaremos un par de minutos más
antes de movernos. En el caso de ser fumadores debemos esperar al menos cinco
minutos antes de prender un cigarrillo ya que nuestro cuerpo está muy oxigenado
y la nicotina podría ser perjudicial.
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