Un grupo de investigadores consigue modificar varias partículas de luz, en un experimento basado en el entrelazamiento cuántico
Un
grupo de físicos acaba de lograr lo que parecía imposible: modificar desde el
presente un evento que ya había sucedido con anterioridad. La hazaña se ha
conseguido aprovechando una extraña capacidad de las partículas subatómicas que ya había
sido predicha, pero que jamás hasta ahora había podido ser demostrada. El
espectacular hallazgo se publica en Nature Physics.
A
la larga lista de propiedades extraordinarias de las partículas subatómicas
habrá que añadir, a partir de ahora, su capacidad para influir en el pasado. O,
dicho de otra forma, para modificar acontecimientos ya sucedidos. El concepto
clave que permite este nuevo y sorprendente comportamiento es un viejo conocido
de los físicos: el entrelazamiento cuántico,
un fenómeno aún no del todo comprendido y que consiste en una suerte de
"unión íntima" entre dos partículas subatómicas sin importar a qué
distancia se encuentren la una de la otra. Cuando dos partículas están
"entrelazadas", cualquier modificación que llevemos a cabo sobre una
se reflejará de inmediato en la otra, aunque ésta se encuentre en el otro
extremo de la galaxia.
Ahora,
y por primera vez, un grupo de investigadores ha conseguido entrelazar
partículas después de haberlas medido, es decir, a posteriori y en un momento
en que alguna de ellas podría haber dejado ya de existir.
Suena
desconcertante, es cierto. Incluso los propios autores del experimento se
refieren a él como "radical" en el artículo que aparece esta semana
en Nature Physics. "Que estas partículas estén o no entrelazadas -reza el
artículo, cuyo primer firmante es Xiao-song Ma, del Instituto de Óptica
Cuántica de la Universidad de Viena- es algo que se decidió después de haberlas
medido".
En
esencia, los investigadores han conseguido demostrar que acciones llevadas a
cabo en el futuro pueden ejercer influencia en eventos del pasado. Siempre y
cuando, claro, limitemos la experiencia al ámbito de la Física Cuántica.
Entrelazamiento
cuántico
Allí,
en el extraño mundo de las partículas subatómicas, las cosas suceden de forma
muy diferente a como lo hacen en el mundo "real" y macroscópico que
podemos ver y tocar cada día a nuestro alrededor. De hecho, cuando el
entrelazamiento cuántico fue predicho por primera vez, el mismísimo Albert
Einstein expesó su disgusto por la idea calificándola de "acción fantasmal
a distancia".
Después,
durante las últimas décadas, el entrelazamiento fue probado cientos de veces en
laboratorio, sin que hasta el día de hoy los físicos hayan podido averiguar
cómo puede producirse esa especie de "comunicación instantánea" entre
dos partículas que no están en contacto físico. Ahora, el equipo de la
Universidad de Viena ha llevado el entrelazamiento un paso más allá, y ha
conseguido lo que nadie había podido hacer hasta ahora.
Para
realizar su experimento, los físicos partieron de dos parejas de partículas de
luz, esto es, de dos "paquetes" de dos fotones cada uno. Cada una de
las dos partículas de cada pareja de fotones estaban entrelazadas entre sí. Más
tarde, un fotón de cada pareja fue enviado a una persona hipotética llamada
Victor. Y de las dos partículas (una por pareja) que quedaron detrás, una fue
entregada a Bob y la otra a Alice. (Bob y Alice son los nombres que se utilizan
habitualmente para ilustrar los experimentos de Física Cuántica).
Víctor,
al tener un fotón de cada pareja entrelazada, tiene pleno control sobre las
partículas de Bob y Alice. Pero qué sucedería si Victor decidiese entrelazar a
su vez sus dos partículas? Al hacerlo, también los fotones de Bob y Alice (ya
entrelazados con cada uno de los dos fotones en poder de Víctor), se
entrelazarían el uno con el otro. Lo bueno es que Víctor puede decidir llevar a
cabo esta accíon en cualquier momento que quiera, incluso después de que Bob y
Alice hubieran medido, modificado o incluso destruído sus propios fotones.
"Lo
realmente fantástico -afirma Anton Zellinger, también de la Universidad de
Viena y coautor del experimento- es que esa decisión de entrelazar los dos
fotones puede ser tomada en un momento muy posterior. Incluso en uno en que los
otros fotones podrían haber dejado de existir".
Un
experimento predicho hace 12 años
La posibilidad de llevar a cabo este experimento había sido predicha en el año 2000, pero hasta ahora nadie había conseguido realizarlo. "La forma en que entrelazamos las partículas -explica Zeilinger- es enviándolas hacia un cristal cuya mitad es un espejo. El cristal, por lo tanto, refleja la mitad de los fotones y deja pasar a la otra mitad. Si tu envías dos fotones, uno a la izquierda y otro a la derecha, cada uno de ellos olvidará de dónde procede. Es decir, perderán sus identidades y ambos quedarán entrelazados".
Zeilinger
asegura que la técnica podrá ser usada algún día para la comunicación
ultrarápida entre dos computadoras cuánticas, capaces de usar el
entrelazamiento para almacenar información. Por supuesto, una máquina así no
existe todavía, aunque experimentos como el descrito suponen un paso muy firme
hacia ese objetivo.
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